Alumnos de Clínica Jurídica UNAB aprenden de la práctica mindfulness para aplicar durante sus estudios
La Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho UNAB, sede Santiago, en conjunto con el Centro Integral de Acompañamiento y Desarrollo al Estudiante (CIADE) de la universidad, llevaron a cabo siete talleres voluntarios sobre mindfulness para los estudiantes de quinto año de Consultorio Jurídico.
El objetivo de los talleres “Mindfulness, conociendo mis emociones para regular mi ansiedad”, impartidos por la psicóloga María Pilar Mir, Magíster en Psicología Clínica y coordinadora del CIADE, y la psicóloga y coach Patricia Black, fue generar curiosidad en los estudiantes por esta técnica -derivada del budismo- y enseñarles algunos ejercicios para poder ponerla en práctica en sus vidas.
“Los jóvenes de quinto están en un periodo de mucha exigencia porque, además de atender los problemas de las personas en la Clínica Jurídica, están próximos a dar sus exámenes de grado. Esta práctica los ayuda a regular sus emociones y manejar los niveles de ansiedad, lo que favorece su aprendizaje”, explicó María Pilar Mir.
Fueron 189 los estudiantes que pudieron participar de estas instancias, las cuales valoraron mucho y fueron muy bien evaluadas, ya que el mindfulness es considerado una medida preventiva en el ámbito de la salud mental de las personas.
“Nuestros estudiantes se encuentran en un periodo académico de alta exigencia y estrés, por ello generar este tipo de instancias prácticas puede ser un gran aporte, tanto para su carrera universitaria como para su desarrollo personal”, comentó la directora subrogante de la Clínica Jurídica UNAB, sede Santiago, Valentina Cárdenas.
Mente en plenitud
La traducción del inglés de este concepto es “mente en plenitud” o “atención plena”. Busca vivir el presente y se puede llegar a este estado a través de la activación de los sentidos y de las meditaciones cortas (cinco a siete minutos) que incluyen ejercicios de respiración o imaginería, realizadas varias veces al día. Estas ayudan a calmar la mente y alcanzar un estado de contemplación para anclarse a lo que sucede alrededor.
Es una práctica avalada por las neurociencias y cuenta con evidencia científica en cuanto a sus resultados. “Si las personas la adoptan como un hábito, favorece funciones ejecutivas como procesamiento de la información, control atencional, flexibilidad cognitiva y establecimiento de metas. Es importante la práctica constante para que realmente funcione”, agregó la psicóloga y coordinadora del CIADE.
Las meditaciones regulan los niveles de cortisol -hormona que influye en los niveles de estrés de las personas- y favorece la normal secreción de las neuro hormonas como la dopamina, oxitocina y serotonina, las llamadas “hormonas del bienestar” lo que, como consecuencia, ayuda en la regulación de las emociones y favorece el pensamiento propositivo.