28 Julio 2020

Actividad Física y confinamiento: encuesta presentada por Educación Física Viña del Mar, revela que un 11% incorporó la actividad física a su rutina por primera vez

La consulta titulada “Efectos Psicosociales de la Cuarentena y Aislamiento por Covid-19”, también destaca a la ansiedad (23,14%), frustración (14,45%), angustia (13,72%), rabia (10,2%) y el miedo (9,73%) como las emociones que más se han vivido en este período.

Al menos en términos de conciencia individual y colectiva, la crisis por la que atraviesa hoy el mundo, no tiene precedentes. Junto a sus altas tasas de infecciosidad y mortalidad, el COVID-19, también ha causado un enorme impacto psicosocial producto de cuarentenas forzadas, carga económica, pérdidas financieras e incluso la excesiva cantidad de información circulante. En esa línea, académicos de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello (UNAB), realizaron la encuesta “Efectos Psicosociales de la Cuarentena y Aislamiento por Covid-19”.

Ejercicio Físico

Respecto de la realización de ejercicio, el estudio coordinado por el profesor de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales de la Universidad Andrés Bello, Dr. Rodrigo Soto Lagos, indicó que el 37,9% se ejercita y el 62,1% no lo hace. “Esto permite señalar que, producto de las diferentes formas de cuarentena, se aprecian cambios importantes en la forma de incluir esta actividad a la vida cotidiana”, explica Rodrigo Soto. “Algo interesante es que 244 (11,2%) personas que antes no se ejercitaban, incluyeron el ejercicio en sus rutinas durante este contexto. Por último, el 26,3% (n=573) de las personas encuestadas mantienen su inactividad tanto antes de la cuarentena como en la actualidad”, agrega.

Emociones

Frente a las emociones que se han vivido en este período, el estudio destaca la ansiedad (23,14%), la frustración (14,45%) y la angustia (13,72%), seguido por la rabia (10,2%) y el miedo (9,73%). Empatía, solidaridad y decepción, son otras emociones preponderantes en las personas encuestadas. Asimismo, el 55,6%, manifiesta que ha sentido emociones que no puedan describir. “Esta última información permite expresar que más de la mitad de las personas que está viviendo las cuarentenas, no sabe cómo expresar lo que les está ocurriendo, lo que marca un precedente importante para pensar la salud mental de las personas en este período”, comenta el profesor Soto.

Teletrabajo

Según esta encuesta, las personas que han podido dedicarse al teletrabajo, reportaron dedicar 5 o más días de la semana a sus labores (79,2%), y un 20,8% dedica 4 o menos días. Frente a las horas de dedicación al teletrabajo, se señala que el 63,92% del total de personas trabaja entre 1 y 8 horas. Por su parte, más del 36% de los encuestados dedica entre 9 y 16 horas diarias a trabajar. “Este dato arroja una información que debe preocupar ya que los espacios de ocio y tiempo libre que podrían ayudar a sobrellevar la baja salud mental reportada son mínimos en un alto porcentaje de la población”, explica Soto.

Evaluación

Frente al abastecimiento de productos de primera necesidad, las personas evalúan con nota 2,6 al gobierno; 2,8 a las empresas; y con un 4,6 a las organizaciones comunitarias. “Esto lleva a analizar la pertinencia de las acciones de gobierno y las empresas ya que, en este período, las organizaciones comunitarias, probablemente producto de la organización de ollas comunes, se llevan la mejor calificación”, añade el académico UNAB.

“Los datos analizados presentan una situación que debe invitar a que instituciones públicas y privadas tengan preocupación por la salud mental y física de trabajadores y trabajadoras. Los altos índices de inactividad física; el alto porcentaje de emociones que no se pueden describir (sumado a la ansiedad, frustración y angustia); agregando las altas cargas de trabajo, podrían generar cuadros clínicos de diversa índole que deberán abordarse de forma integral”, enfatiza Soto.