Académicos de Sociología UNAB se adjudicaron un Núcleo Milenio en Ciencias Sociales
Con el proyecto “Crisis Políticas en América Latina”, los sociólogos Stéphanie Alenda, Mauro Basaure y Rodrigo Medel, de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, se adjudicaron uno de los nueve Núcleos Milenios 2024 que otorgó la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo.
El Concurso Núcleos Milenio en Ciencias Sociales busca promover la creación y desarrollo de grupos de investigación que se dediquen a generar investigación científica y tecnológica de punta con el fin de responder a preguntas complejas.
En esta versión 2024, recibieron financiamiento nueve proyectos de investigadores de diferentes universidades nacionales. Uno de estos fue adjudicado a la Universidad Andrés Bello como institución principal, encabezado por la directora de Investigación de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, Stéphanie Alenda, junto a los académicos Mauro Basaure, director del Doctorado en Teoría Crítica y Sociedad Actual, y Rodrigo Medel, de la carrera de Sociología. Sumado a este equipo UNAB, participan en el proyecto el director del Magíster en Política y Gobierno de la Universidad de Concepción, Christopher Martínez, y la subdirectora y jefa de Pregrado del Instituto de Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, Julieta Suárez-Cao.
El núcleo adjudicado se llama Núcleo Milenio sobre Crisis Políticas en América Latina (Crispol) y representa un esfuerzo de investigación muy necesario en la región para diseccionar y comprender la naturaleza multifacética de las crisis políticas, en el contexto latinoamericano de las últimas dos décadas. “En los diferentes países de la región, las crisis políticas fueron producidas por factores heterogéneos, de diversas magnitudes y características como las tensiones sociales, los escándalos políticos, problemas económicos graves, crisis de liderazgo, disfunciones entre los Poderes del Estado, parálisis institucional y constitucional, conflictos y polarización o violencia política. Algunas crisis se han limitado a tensiones temporales o desacuerdos políticos, mientras que otras conllevaron una inestabilidad mayor, con rupturas del orden democrático y constitucional”, explicó Alenda, investigadora y directora del núcleo.
El equipo reúne a politólogos y sociólogos que han investigado las recientes crisis políticas en América Latina desde diferentes ángulos y temas. Busca establecer paralelos y distinciones entre diversos tipos de crisis política en los países latinoamericanos. Para ello, “toma en cuenta dos dimensiones principales: los factores causales de las crisis, sus dinámicas internas y el amplio espectro de consecuencias asociadas a ellas. Como segunda dimensión, distinguimos entre tres tipos de crisis políticas: verticales, horizontales y mixtas”, acotó la investigadora.
El proyecto alberga cinco líneas de investigación, desarrolladas por cada uno de los investigadores principales y que dialogan entre sí de diferentes formas. El académico de la Universidad de Concepción, también director alterno del Núcleo, pone foco en las crisis horizontales que involucran disputas dentro del aparato estatal, entre diferentes ramas del gobierno o dentro de los partidos políticos. La investigadora de la PUC, por su parte, busca analizar las crisis desde las dinámicas políticas locales y sus efectos en la política nacional.
La arista de los liderazgos políticos y nuevos radicalismos
Respecto a los aportes de las investigaciones de los académicos UNAB, la línea que desarrolla Alenda se enfoca en los efectos y las dinámicas internas de las crisis, analizando específicamente los liderazgos políticos y los nuevos radicalismos.
“Las crisis políticas han tenido efectos dispares. Desde fines de 2010, han tendido a empoderar proyectos de ultraderecha que llegaron al poder tras más de treinta años de transición a la democracia, despertando los fantasmas del autoritarismo. Ciertas coyunturas fluidas, como octubre 2019 en Chile, han tendido también a potenciar una derecha alternativa a la convencional”, explicó. Asimismo, la investigadora busca comprender comparativamente el auge y las características variables de una nueva ultraderecha en América Latina, en sus vínculos con el debilitamiento de actores políticos tradicionales.
Para ello, uno de los focos consiste en explorar el papel de los liderazgos, tanto en la génesis como en la resolución de las crisis políticas. “Nos preguntamos cómo los líderes individuales, sus estilos de toma de decisiones y su capacidad para navegar por paisajes políticos complejos pueden exacerbar o mitigar las crisis”, precisó.
Rol de la protesta en las crisis políticas
La dinámica de la movilización social y su impacto en el desarrollo, alcance y resultados de las crisis políticas en América Latina es la línea de investigación en la que trabajará el sociólogo de la UNAB, Rodrigo Medel, para este Núcleo Milenio.
“Desde una perspectiva de la sociología de la protesta, examinaré cómo distintas crisis verticales contribuyen a la desestabilización de los gobiernos y la generación de crisis políticas. Además, identificaré el papel de la protesta en las causas y consecuencias de estas crisis para comprender las fuerzas sociales y políticas que la impulsan”, detalló.
Con esta investigación, Medel busca ofrecer una comprensión profunda y rigurosa del papel de la protesta en las crisis políticas de América Latina, cuya relevancia es fundamental para los formuladores de políticas como para los actores de la sociedad civil. “A través de publicaciones académicas, informes de políticas y actividades de difusión accesibles al público en general, nos esforzamos por asegurar que los resultados de esta investigación lleguen a los actores sociales y políticos, convirtiéndose en un recurso valioso para la toma de decisiones informadas”, finalizó.
Controversias en las situaciones de crisis
Durante el último tiempo, el sociólogo Mauro Basaure ha venido desarrollando dos líneas de investigación que provienen de proyectos Fondecyt que se ha adjudicado. Estos trabajos son los que pondrá a disposición para este proyecto Núcleo Milenio sobre crisis políticas en Latinoamérica, y que tratan el rol de las controversias en estas crisis.
Una primera línea tiene que ver con las controversias sobre la memoria política, tomando en cuenta que la memoria siempre está a disposición de su resignificación. “Los 50 años del golpe fueron un claro ejemplo de esto. Al preguntarse por las razones de este hecho, por primera vez apareció en la opinión pública la idea de que los responsables habían sido las personas de la Unidad Popular (UP), resignificaciones que son una novedad y que se comienzan a manifestar recién 50 años después, situación propia de crisis políticas”, explicó Basaure.
Esta controversia sobre las resignificaciones de la memoria política son fenómenos que no solo han ocurrido en Chile, sino que también se han dado en periodos de crisis políticas en otros países como Brasil, Argentina y Perú, y es exactamente este análisis el que el académico pretende estudiar.
De la mano de esta investigación está su otra línea de trabajo relacionada a las justificaciones de la violencia en contextos de crisis políticas. “Cuáles son los discursos y los modos de justificación de la violencia que son propios de estas situaciones de crisis. Aquí me centro en el caso chileno de octubre de 2019, y distingo entre aquellas justificaciones que vienen desde la ciudadanía, de las que son propias del sistema político”, indicó el académico, quien agregó que este tipo de análisis también se puede desarrollar respecto de situaciones similares acaecidas en otros países de la región.
Al servicio de la generación de investigación científica
Junto a este trabajo, se pretende generar una base de datos detallada de las crisis políticas y una tipología. Además, se contempla la creación de un Observatorio de las Crisis Políticas.
El Concurso Núcleos Milenio 2024 Ciencias Sociales es impulsado por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Investigación. Los núcleos tendrán un plazo de tres años para ejecutar sus investigaciones y son adjudicados a través de concursos públicos en base al mérito científico de sus investigadores, la calidad de sus propuestas de investigación y las posibilidades de impactar a nivel internacional en su disciplina.