Académico UNAB fue reconocido por el Colegio de Kinesiólogos por su aporte a la inclusión y los Derechos Humanos
Alan Martínez, académico de la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello, se ha dedicado por años a defender los derechos humanos y la inclusión desde su profesión.
“La Kinesiología es una profesión que debe promover la inclusión y el respeto a la dignidad de todas las personas”, subraya el Alan Martínez, académico de la Escuela de Kinesiología de la U. Andrés Bello y recientemente reconocido por el Colegio de Kinesiólogos de Chile.
En una ceremonia organizada anualmente por el gremio, en el marco del Día del Kinesiólogo, se le otorgó el premio “Kinesióloga Elena Pedraza Casanova”, por su destacada labor como kinesiólogo defensor de los Derechos Humanos desde la Kinesiología, lo que resalta su especial disposición al servicio de la comunidad kinésica.
¿Qué importancia tiene este reconocimiento en tu carrera profesional?
Primero es un gran honor ser propuestos por mis pares como un representante de nuestra profesión como defensor de los derechos humanos. En general, estas temáticas en colegios científicos no son las más visibilizadas, ya que se alejan del modelo médico clásico.
En segundo lugar, uno no trabaja para un reconocimiento, pero debo admitir que ha sido un gran impulso para seguir adelante velando por la educación de nuevas generaciones en rehabilitación inclusiva con perspectiva de derechos.
¿Qué mensaje le darías a futuras generaciones de kinesiólogos que se quieran dedicar a áreas de la inclusión o al respeto de los DDHH en la kinesiología?
Les diría que, a veces, hay caminos en el desarrollo profesional que no son los clásicos o más difundidos. Si consideran que estos caminos aportan a la sociedad en especial a los grupos más vulnerables, crean en lo que hacen, estudien, involúcrense, visibilicen y sean un aporte, no olviden que trabajamos para personas “sujetos de derechos” y sus familias, no solo tratamos partes corporales y disfunciones.