Académico UNAB desarrolla innovador método de gestión de compromisos en obras de construcción
Luis Salazar, académico de la Facultad de Ingeniería, impulsa junto a un grupo de investigadores nacionales e internacionales un método que, a través de una mejor comunicación, ha demostrado aumentar la productividad y satisfacción personal en proyectos de construcción.
En todo tipo de organización o trabajo, al involucrar personas, la comunicación y el flujo de información es fundamental. Esto es especialmente relevante en proyectos de Arquitectura, Ingeniería y Construcción (AIC), donde la cadena de labores y tareas es primordial para un proyecto exitoso. Esta necesidad de coordinación da origen a un enfoque de gestión eficiente y sin pérdidas llamado Lean Construction, proveniente del Sistema de Producción Toyota desarrollado a finales de los ’60 y que actualmente es utilizado en todo el mundo.
En este contexto, dos de los principales referentes de Lean Construction a nivel mundial, H. Glenn Ballard y Gregory Howell, idearon el sistema Last Planner: un método de planificación de obras de construcción donde los planes se realizan de manera colectiva y se dividen en pequeñas tareas, con el fin disminuir la incertidumbre y variabilidad de los procesos. Esta metodología requiere del compromiso de cada persona involucrada y una meta común, con especial énfasis en las reuniones semanales de obra, instancia donde se generan compromisos de tareas, siendo en este punto donde se especializa la investigación de Luis Salazar, académico de Ingeniería en Construcción de la Universidad Andrés Bello.
Salazar junto a otros investigadores de la Universidad Católica, Universidad de los Andes-Colombia y Universidad de California-Berkeley, han logrado observar que si bien una aplicación correcta del sistema Last Planner mejora la coordinación de un proyecto y su flujo de trabajo, existe aún una brecha de productividad que, de acuerdo con este grupo, debiese ser abordada mediante una gestión adecuada de los compromisos de planificación y con una mejora continua de la comunicación.
Es así como este grupo de investigación, junto al mismo H. Glenn Ballard, se encuentran desarrollando una mejora al sistema Last Planner integrándolo con una perspectiva de “Acción Lingüística” basada en las teorías del Ingeniero Civil y Doctor en Filosofía Fernando Flores, político y empresario chileno. “Básicamente lo que hacemos es enseñarles a los equipos que hay ciertas conductas y métodos para mejorar la gestión de los compromisos”, precisa Luis Salazar, quien cursa un doctorado en Ciencias de la Ingeniería en la U. Católica.
El modelo de gestión del compromiso implica cuatro pasos: “En primer lugar, se debe tener muy claro lo que se requiere, esto se denomina preparación de la petición. Luego, el segundo paso es conversar con el trabajador, sin realizar una imposición de la tarea, sino negociar hasta alcanzar un acuerdo. Después, el tercer paso es que el trabajador ejecute y declare el cumplimiento de la tarea, apenas la haya completado. Finalmente, la tarea debe ser revisada y aceptada por el solicitante, lo que se denomina declaración de satisfacción”, detalla Salazar.
Complementariamente a estos cuatro grandes movimientos, explica el académico, la metodología integra otros conceptos de la perspectiva de Acción Lingüística, por ejemplo, evitar la realización de juicios reforzando el uso de afirmaciones y dando aviso oportuno cuando no es posible cumplir con la tarea acordada.
“Al aplicar estos principios de manera transversal en el proyecto de construcción, desde la gerencia a los subcontratistas, se logra cambiar totalmente la dinámica organizacional, porque no sólo se alcanza un mayor porcentaje de cumplimiento de compromisos, sino que las personas empiezan a comunicarse en forma adecuada, logrando con esto un cambio positivo en el clima organizacional”, agrega.
Impacto a nivel organizacional y personal
A juicio del profesor Luis Salazar, esta línea de investigación ha sido “una revolución en cómo mejorar a través del habla, la gestión de compromisos y la comunicación al interior de los equipos de trabajo. Hay un aumento de productividad en el que finalmente no sólo se realizan las tareas acordadas en el tiempo requerido, sino que además se genera un estado de ánimo grupal positivo en las reuniones de planificación y en general en todos los actores del proyecto de construcción”, dice.
Este método ha sido probado en dos proyectos en Chile y dos en Colombia, donde se demostró una notable mejoría tanto en los indicadores de rendimiento como en el nivel de satisfacción personal. Desde el año 2016, cuando empiezan a investigar y publicar papers al respecto, esta línea de trabajo ha tenido una muy buena acogida en entornos académicos del mundo, presentando en distintos congresos, incluyendo una plenaria en la última conferencia anual del IGLC (International Group for Lean Construction).
Recientemente, el profesor Salazar fue invitado a exponer en un seminario virtual organizado por el Centro Interdisciplinario para la Productividad y Construcción Sustentable (CIPYCS), integrado por siete universidades, en conjunto con el Centro UC Excelencia en Gestión de la Producción (GEPUC).
Actualmente, junto a su equipo de investigadores y estudiantes, trabajan en Chile y en Colombia para implementar esta perspectiva y capacitar personas durante la pandemia; esto es, a través de sesiones de trabajo virtuales que, al igual que en las sesiones presenciales, involucran simulaciones y evaluación de indicadores.
“Me parece un tremendo desafío formular hipótesis ambiciosas, pero lograr cumplirlas en un proyecto de investigación es formidable. Modificar la conducta de las personas, logrando que asistan motivadas a sus trabajos y se sientan cómodas en él, alcanzando y superando las metas propuestas, resulta impagable. Creo que el logro de ese vínculo es la potencia de esta investigación”, concluye Luis Salazar.