Académicas UNAB apoyan a familias con bebés prematuros por medio de atención con Video Feedback

El 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Prematuridad, por lo que durante este mes distintos especialistas y familias hacen esfuerzos por evidenciar el impacto del parto prematuro en los niños y niñas, pero también en las familias y comunidades.

La prematuridad es definida como el nacimiento que ocurre antes de la semana 37 de gestación. Se estima que en el mundo el 10% de los nacimientos corresponden a partos prematuros. En tanto, los bebés prematuros presentan una alta tasa de mortalidad y morbilidad, pudiendo presentar, además, dificultades en las trayectorias del desarrollo, como, por ejemplo, a nivel de funciones ejecutivas, lenguaje, regulación emocional, entre otros.

Video Feedback

En este contexto, las docentes de la Escuela de Terapia Ocupacional UNAB, Constanza Smith, Andrea Mira y Paula Silva desarrollaron un programa de atención a través del uso de Video Feedback con el fin de apoyar el seguimiento y apoyo de las familias de infantes prematuros.

Esta estrategia consiste en la grabación en video de interacciones entre las o los cuidadores y los prematuros, las que posteriormente son analizadas por las terapeutas y presentadas a los padres.

«El objetivo de este proyecto era usar el Video Feedback para poder realizar intervenciones breves y costo efectivas para favorecer una interacción más sensible y cálida entre cuidador e infante, y de esta forma acompañar para lograr un mejor potencial de desarrollo» señaló la Dra. Mira al respecto.

El foco de este proyecto está relacionado los ODS de las Naciones Unidas, con una inclusión explícita del desarrollo infantil temprano, como parte del objetuvo número 4.

Según las académicas, la evidencia sustenta que el generar apoyos adecuados para el desarrollo temprano puede influenciar positivamente las áreas motoras, de lenguaje, cognitivas, sociales, emocionales y también a nivel conductual de los niños y niñas, lo que tendría un impacto también a largo plazo en la reducción de las inequidades socioeconómicas y en salud.

Asimismo, la inversión en programas de primera infancia de calidad proporciona a la sociedad una alta tasa de retorno. «La inversión en la primera infancia es la mejor manera de reducir las desigualdades, abordar la pobreza y construir una sociedad social y ambientalmente sostenible» agregan.

Apoyo en la transición al hogar

De esta forma, las terapeutas pueden acompañar a las familias y bebés luego del alta, mantener un monitoreo del desarrollo y estar atentos a las necesidades y dudas que pueden surgir desde la Familia.

Sin embargo, Andrea Mira hace incapié en el impacto que tiene en las familias pasar por un largo período transitando entre hogar y hospital, provocando un desgaste emocional y económico, incluso por más de tres meses en algunos casos. «Desde esa realidad, se hace compleja la transición al hogar, donde son los cuidadores quienes ahora asumen el cuidado completo de sus hijos e hijas que son más vulnerables que los infantes de término» subrayó.