Académica UNAB lidera investigación sobre los efectos de la deficiencia de hormonas tiroideas en la gestación
La Dra. Claudia Riedel, investigadora de la Universidad Andrés Bello y del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, destaca la importancia del monitoreo de hormonas tiroideas durante el embarazo para proteger el desarrollo cognitivo y prevenir enfermedades autoinmunes en los hijos.
El trastorno de déficit atencional, bajo coeficiente intelectual e incluso el trastorno de espectro autista en niños podría tener su origen durante la gestación, si es que en este periodo existe un déficit de la hormona tiroidea denominada tiroxina (T4). Esta condición, denominada hipotiroxinemia (HTX) gestacional, podría incluso acelerar el desarrollo de enfermedades autoinmunes intensas en la edad adulta, como la colitis ulcerosa.
Esto es lo que investiga la Dra. Claudia Riedel, docente e investigadora de la Facultad de Ciencias de la Vida de la Universidad Andrés Bello: las consecuencias de la falta de tiroxina (T4) durante la gestación, y cómo prevenirla. Su objetivo: desarrollar un método de fácil uso y acceso, similar a un test de embarazo, para detectar la deficiencia de esta importante hormona.
La Dra. Riedel, quien es además investigadora del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia recientemente publicó en la revista Frontiers un artículo dando cuenta de la asociación observada entre HTX gestacional y la alta probabilidad de que los hijos desarrollen autismo, y cómo esto se puede prevenir con niveles adecuados de tiroxina durante la gestación.
Hormonas tiroideas, fundamentales en la gestación
“Durante la gestación, la madre abastece al hijo con las hormonas tiroideas, especialmente en los primeros meses; las células del embrión dependen de estas hormonas reguladoras para la actividad y diferenciación celular, es decir, las hormonas tiroideas de la madre son cruciales para el desarrollo saludable del bebé desde el inicio del embarazo”, explica la Dra. Riedel.
“Sin embargo, hay condiciones tiroideas asociadas que ocurren con frecuencia en las embarazadas, entre ellas la hipotiroxinemia (HTX) gestacional, que es cuando existe un déficit de la hormona tiroxina (T4)”, añade.
“En general, todos los déficits de hormonas tiroideas en la gestación o postnatal pueden ser muy dañinos para el sistema nervioso central del niño en desarrollo. En adultos, si tienen hipotiroidismo o hipertiroidismo se afecta la función cognitiva, el estado anímico, pero estas condiciones son reversibles: se les trata con T4”, explica la Dra. Riedel.
“El problema grave ocurre en la gestación, ya que la falta de tiroxina afecta la capacidad cognitiva del niño con consecuencias irreversibles”, advierte.
Afecciones asociadas
En otro artículo publicado por la revista Frontiers in Endocrinology, los hallazgos del equipo de investigación liderado por la Dra. Riedel sugieren que la HTX gestacional podría ser un posible factor de riesgo para desarrollar una enfermedad inflamatoria más intensa, como la colitis ulcerosa.
La colitis ulcerosa es una enfermedad autoinmune que ataca al colon y se caracteriza por una inflamación crónica, con presencia de dolor abdominal, diarrea, e incluso sangre en las heces. Esta afección pertenece a un grupo de patologías clasificadas como enfermedades inflamatorias intestinales, la mayoría de causa desconocida”.
“La base para esta mayor susceptibilidad a desarrollar colitis ulcerosa radica en que observamos que la falta de hormona T4 durante la gestación genera alteraciones en el sistema inmune y la expresión de moléculas de protección celular que promueven el daño inflamatorio en los tejidos”, señaló la investigadora UNAB.
Hipotiroidismo congénito y su impacto en la salud
El hipotiroidismo congénito ocurre cuando la glándula tiroides no se desarrolla correctamente o no funciona como debería, entonces el niño carece de la capacidad para producir cantidades normales de triiodotironina (T3) y tiroxina (T4) al nacer. “Esto es grave, porque los niños sufren daño cognitivo para el resto de su vida”, indica la especialista.
Es por esto que, en la mayoría de los países del mundo y en Chile –por ley—, se miden los niveles de TSH en recién nacidos, con el fin de detectar el hipotiroidismo congénito. A los niños que presentan esta condición inmediatamente se les suministra T4.
“Sin embargo, la HTX gestacional actualmente no se diagnostica ni se trata en ningún lugar del mundo. Nuestra investigación pone foco en tener precaución. Hay que monitorear las hormonas tiroideas de la madre durante la gestación para proteger al hijo y así prevenir el daño cognitivo y una mayor susceptibilidad a desarrollar enfermedades autoinmunes”, explica Claudia Riedel.
Recomendaciones para el monitoreo de hormonas tiroideas
La investigadora recomienda monitorear los niveles de T4 en la mujer embarazada al menos una vez cada dos semanas, especialmente en la primera mitad del embarazo. “Hoy en el sistema de salud pública de Chile se realiza la evaluación de la hormona estimulante de la tiroides (TSH) y de T4 en la embarazada, pero una o dos veces durante toda la gestación, lo que es muy poco”.
“Lo que buscamos, y esto es parte de mi línea de investigación, es generar conciencia en el sistema de salud, en los ginecólogos y embarazadas y también a nivel de Gobierno, para que exista una preocupación temprana en cuanto a chequear las hormonas tiroideas de la mujer y de esta manera prevenir esta condición y así proteger la salud del hijo”, comentó la doctora Riedel.