06 Julio 2022

Académica Tania Busch aborda el proceso constitucional en The Washington Post

El principal y más antiguo periódico de la capital norteamericana construyó un relato respecto del proceso constituyente. La académica Tania Busch fue parte de las miradas que recopiló el medio.

«Chile es un país donde la gente no es buena para hablar de las cosas directamente… Quizás en este proceso  por primera vez nos sentamos a hablar honestamente, y vimos que nuestras diferencias eran más profundas de lo que pensábamos», aseguró Tania Busch a The Washington Post.

En el artículo titulado Chile writes a woke constitution. Are Chileans ready for it? la académica de la carrera de Derecho de la sede Concepción de la Universidad Andrés Bello expresa su opinión en torno al proceso que vive el país, que en septiembre próximo definirá la continuidad o no de la actual carta magna.

El despertar

En su relato publicado el pasado 05 de julio, The Washington Post hace alusión en su título al «Chile despertó» que utilizaron como slogan las manifestaciones.  Y sitúa en estos movimientos sociales el inicio del proceso.

En 2019, relata el principal periódico de la capital norteamericana, cientos de miles de chilenos salieron a las calles a protestar. Entre ellos, «un joven político tatuado ayudó a negociar un acuerdo para poner fin a los disturbios», refiriéndose al actual presidente Gabriel Boric. El medio se refiere a su rol como ex activista estudiantil.

«El pacto exigía una nueva constitución para apaciguar a los manifestantes que clamaban por un nuevo comienzo, y una voz para aquellos que durante mucho tiempo habían sido dejados de lado en la política de esta nación sudamericana: Las mujeres, los indígenas y la comunidad LGBT».
«Hoy comenzamos una nueva etapa», dijo Boric el lunes en el antiguo edificio del Congreso de Chile en Santiago, el palacio del siglo XIX que ha acogido la convención constitucional durante el último año. «Una vez más, será el pueblo quien tenga la última palabra sobre su destino», citó la prensa estadounidense.

El articulado

El texto de 178 páginas garantizaría el derecho a tomar decisiones libres, autónomas e informadas sobre el propio cuerpo, la reproducción y la anticoncepción. Además aborda el derecho a interrumpir voluntariamente un embarazo. Pero especifica que el aborto sería regulado por una ley independiente.

Si los votantes rechazan el documento, la Constitución de 1980 seguiría vigente, y el país probablemente tendría que reunir una convención constitucional completamente nueva para reiniciar un proceso de redacción, dijo Tania Busch Venthur al matutino.

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