Académica de Terapia Ocupacional UNAB presentó su investigación en el XXXIX Congreso anual de SOPNIA
Se trata de la docente Andrea Mira, quien expuso su investigación "Salud mental de la madre y la interacción con su bebé prematuro moderado durante la hospitalización en una unidad de neonatología" en el congreso anual que realiza la Sociedad de Psiquiatría y Neurología del Niño y adolescente.
Este mes se celebró el Día Mundial de la Prematuridad, fecha en que, tanto especialistas como padres y madres han destacado la prevalencia e impacto del parto prematuro en niños y niñas, en las familias y comunidades.
Se estima que el mundo el 10% de los nacimientos corresponde a partos prematuros. En Chile, este porcentaje se sitúa al rededor del 7,1%. Según información de la OMS, a nivel mundial, el parto prematuro representa el 36,1% de las muertes neonatales y 17,7% de las muertes entre los niños menores de 5 años.
Sumado a la alta tasa de mortalidad y morbilidad, los niños y niñas prematuros pueden presentar dificultades en las trayectorias del desarrollo, como, por ejemplo, a nivel de funciones ejecutivas, desarrollo del lenguaje, regulación emocional, entre otras.
La OMS también publicó recientemente nuevas recomendaciones para el cuidado de los bebés prematuros o con bajo peso al nacer. De estas nueve recomendaciones, cinco tienen que ver con la participación y el apoyo de la familia. «Esto es muy relevante porque se está destacando el papel crítico y esencial de las madres, padres y cuidadores de bebés prematuros» señaló la académica de la Escuela de Terapia Ocupacional UNAB y del Instituto de Ciencias del Ejercicio y de la Rehabilitación, la Dra. Andrea Mira.
Maternidad, prematuridad y salud mental
Sobre esta materia, la docente presentó su trabajo de investigación “Salud mental de la madre y la interacción con su bebé prematuro moderado durante la hospitalización en una unidad de neonatología” en el XXXIX Congreso anual SOPNIA (Sociedad de Psiquiatría y Neurología del Niño y adolescente).
El estudio evidenció que las madres de estos bebés presentan elevados niveles de sintomatología depresiva y estrés parental durante la hospitalización. Sumado a esto, los resultados arrojados muestran que a mayor nivel de estrés de las madres menor era el contacto e interacción con su bebé.
Otro dato relevante es que las madres que realizaron la estrategia piel con piel mostraban mayor contacto a través del tacto, a nivel visual y verbal con su hijo/a. «La interacción entre los recién nacidos prematuros y sus cuidadores es muy relevante para su neurodesarrollo. El que las madres y padres puedan tener una mayor participación en las unidades de neonatología es crucial tanto para su salud metal como para el desarrollo y bienestar de los niños y niñas prematuras» señaló Mira.
«Debemos seguir trabajando para que los recién nacidos prematuros y de bajo peso al nacer puedan recibir un trato que cuide y proteja su sistema nervioso en desarrollo y que cada madre y padre sea considerado como un miembro integral y esencial del equipo de atención de su bebé».