Académica de Derecho UNAB habla de su rol como parte de la Convención Constituyente
Manuela Royo, constituyente electa del Distrito 23 y docente de la Facultad de Derecho es, según ella misma se describe una mujer, profesora, mamá de una niña mapuche, abogada y, sobre todo, una luchadora social.
Parte importante de esa identidad se ha forjado gracias a su labor como integrante del Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la protección del Medioambiente (Modatima). Fue, justamente el líder de Modatima y actual Gobernador de Valparaíso, Rodrigo Mundaca, quien la invitó a iniciar una candidatura como constituyente.
Es bajo la bandera del trabajo con las comunidades entorno al cuidado medioambiental, que Manuela Royo impulsó su candidatura en la Región de la Araucanía, lo que la llevó a ser electa constituyente.
-¿Qué la motivo a ser parte de la Convención Constituyente?
Un aspecto fundamental de mi vida es participar organizaciones sociales, territoriales, de educación y en la defensa de Derechos Humanos. Inicialmente en Santiago y posteriormente en la Araucanía. Desde esa experiencia me he dado cuenta de la importancia de ser un aporte a en la construcción de una sociedad mejor. Mi aporte está en la defensa de la naturaleza, el agua y de la justicia social.
-¿Crees que su formación profesional como abogada es un aporte?
Mi aporte ha sido desde mi experiencia de vida, desde lo técnico y en mi rol como profesora de Derecho Constitucional e Internacional, con este conocimiento más académico que poseo gracias a mis trabajos y estudio, además estoy terminando mi tesis doctoral, así que claro, en ese sentido espero ser un aporte en lo normativo también.
– En cuanto a su rol como académica, ¿sientes que le entregó herramientas para esta instancia?
El hecho de ser profesora me enseñó a manejar lo tiempos, los grupos, a dar la palabra a ser exigente, eso te de la disciplina para entender muchas cosas.
Esa experiencia también aportó a que me eligieran la primera coordinadora de la Comisión de Derechos Humanos, que es una responsabilidad muy importante. Porque no se puede pensar en una constitución sin pensar en el corazón de cómo nos queremos relacionar y lo que queremos cambiar en esta nueva constitución. Desde ahí precisamente, mi experiencia política con movimientos sociales, y también académica de saber entender los conceptos, marcos normativos, jurisprudencia, contenidos, eso me posibilitó ser parte de esta comisión.
– ¿Cuál cree que debiera ser el aporte de las Universidades en este proceso?
El conocimiento, la academia tiene que estar al servicio de la sociedad, de esta transformación que estamos viviendo. Tenemos que generar nuevas formas de organizarnos. El conocimiento no puede estar en manos de unos pocos privilegiados, sino que tiene que ser democratizado y puesto al servicio de la justicia social.