10 recomendaciones para afrontar la prueba que conduce a la educación superior
Cómo prepararse y no descuidar la vida personal, el apoyo que los estudiantes deben recibir de su contexto y la necesidad de equilibrar el estudio y otras actividades fueron parte de las recomendaciones entregadas.
La preparación Prueba de Transición 2021-2022, que reemplazó a la Prueba de Selección Universitaria PSU, se ha generado en medio de la pandemia, de un año escolar complejo y de un contexto variante. El desafío para los estudiantes ha sido mantener la concentración y aprender lo suficiente para obtener un buen puntaje.
Quedan pocos meses para llegar al momento en los estudiantes rendirán las pruebas obligatorias; comprensión lectora y matemáticas, y electivas; ciencias, e historia y ciencias sociales, pero ¿qué hacer durante este tiempo cuando surgen las dudas por lo aprendido?
La directora de la Carrera de Psicopedagogía sede Santiago, Pamela Araya, y el psicólogo Jaime Fauré Niñoles académico de la carrera de Psicopedagogía, entregaron recomendaciones para aprovechar los meses antes de rendir, pero al mismo no agobiarse al ver que los plazos se acortan.
Confianza en la preparación
Todos quienes hemos dado la PSU sabemos que no existen recetas infalibles para “aprovechar” el tiempo antes de la prueba. Cada persona tiene una trayectoria y una historia que son únicas y, por lo tanto debe encontrar su propia manera de aprovechar el escaso tiempo que queda. Ahora bien, lo que sí sabemos es que quien rinde la PTU se ha preparado como ha podido. Por lo tanto, el mejor consejo es que tengan confianza en esa preparación y que afronten la prueba con la mayor tranquilidad posible.
Manejar la ansiedad
Días previos a rendir la recomendación es realizar otras actividades creativas, deportivas, según los intereses personales y en complemento con la planificación del tiempo destinado al estudio. Si hay situaciones donde se requiere manejo de la ansiedad o se requiera mayor concentración se podría optar por prácticas como mindfulness, yoga, etc.
Negociar expectativas
Las personas que rinden la prueba este año seguramente sufren una enorme presión social por parte de su entorno, ya que quienes les rodean suelen tener muchas expectativas implícitas sobre el éxito que podrían o no alcanzar en términos de puntaje. Por lo tanto, una cuestión fundamental al momento de afrontar la preparación son las oportunidades que se les brindan a los y las jóvenes de conversar y negociar estas expectativas. Por una parte, conversar sobre las expectativas permite que éstas sean menos utópicas. Y, por otra, la ansiedad típica de esta etapa se vive con mucha menos intensidad cuando sabemos qué esperan los demás y cuando los demás saben qué esperamos de nosotros mismos.
Interacción con sus pares
En términos generales es conveniente e incluso es necesario. Las interacciones con otras personas son muy importantes para aprender, sobre todo al compartir nuestros conocimientos con los demás, así como también cuando los demás comparten sus conocimientos con nosotros.
La interacción con otros estudiantes puede ser una buena opción si el objetivo común es el aprendizaje, ya que se está hablando de un aprendizaje entre pares. Esto varía dependiendo de las características de los estudiantes, hay algunos que prefieren estudiar solos, sin ruidos ni distracción, en cambio otros preparan sus exposiciones o pruebas dialogando entre ellos.
Estudiar a último momento
Cada persona tiene una manera diferente de enfocar el poco tiempo que resta antes de rendir la prueba. Por lo tanto, cada persona debe evaluar si todavía tiene la necesidad de seguir aprendiendo o si debe desconectar para no verse alterado emocionalmente debido a la presión del tiempo.
Tiempo lejos del estudio
En términos generales sí es conveniente que los y las estudiantes dediquen algo de tiempo a actividades que no se relacionen con la prueba. Sin embargo, es importante que cada persona sea consciente de la forma en que está preparando su propio proceso de aprendizaje. Es precisamente esa conciencia la que le ayudará a cada estudiante a decidir si en su caso particular será mejor dedicar tiempo a otras actividades o si, por el contrario, se debiese dedicar el tiempo a reforzar ciertos aprendizajes o a conseguir otros.
¿Perjudicó el aislamiento?
En realidad, cada familia y cada estudiante tiene una situación única y diferente. Existen casos en los que el aislamiento ha provocado que las personas tengan dificultades para aprender, pero también es cierto que existen casos en los que el aislamiento les ha permitido centrarse más y mejor en sus estudios. En Chile somos testigos de una brecha importante entre los estudiantes y las estudiantes que tienen acceso a recursos y oportunidades para aprender en sus hogares, y quienes no tienen dicho acceso. Probablemente, son quienes pertenecen a este último grupo los que han vivido peor el aislamiento. Y son ellos a quienes, en última instancia, debiésemos darles más y mejores ayudas. La intención siempre debe ser “nivelar la cancha” para que la mayor cantidad de personas pueda aprender, independiente de su condición económica, material y social.
Gestionar el aprendizaje
La cantidad de horas al día que las personas se dedican a preparar la prueba no es, en sí misma, la variable más importante durante el proceso en su conjunto. Más bien, debiésemos preocuparnos de cómo las personas gestionan su proceso de aprendizaje durante todos los años en los que debiesen distribuir su carga. En la actualidad nuestro sistema educativo no prepara de manera explícita a los y las aprendices para gestionar sus propios procesos de aprendizaje, es decir, para saber cuánto deben estudiar, en qué contextos aprenden más y mejor o cómo pedir ayuda, puntos que son muy importantes para lidiar con pruebas como la PSU/PTU, y que obligan a tomar medidas durante mucho tiempo y que, por lo mismo, tienen un alto impacto en la vida de las personas.
Ordenar el tiempo
Es conveniente realizar pausas durante el estudio, además de respetar las horas de sueño. Al dormir, nuestro cerebro asimila lo que hemos aprendido durante el día, lo cual es fundamental para la consolidación de los aprendizajes.
Compartir el momento
Lo más importante es, como decíamos antes, poder conversar con frecuencia sobre cómo van viviendo los y las estudiantes su proceso de aprendizaje. Es importante que quienes les rodeamos seamos capaces de transmitirles que la prueba es importante, pero que no es una cuestión de vida y muerte, y que los acompañemos de manera cercana y respetuosa durante todo el proceso. Es importante darles seguridad, mucho apoyo y contención.